Tomado del Bestseller Destetar sin Lágrimas de Pilar Martinez Alvarez.
Cuando el niño es el que decide no tomar pecho, cuando el destete está
dirigido por el niño y él toma la decisión de dejar el pecho, es cuando
hablamos de destete natural. Es la forma de destete más respetuosa con el
niño, puesto que le deja decidir hasta cuándo quiere o necesita ser
amamantado.
Todos los niños se destetan algún día, de eso no debemos tener dudas,
pero cada uno tiene unas necesidades únicas y eso significa que los
tiempos pueden ser muy variables.
La Edad Natural del destete, según la antropóloga Kathy Dettwyler, va
desde los dos años y medio hasta los 7 años. Esta investigadora, ha
estudiado el tema durante años en varios experimentos científicos y
según su experiencia este es el rango más natural para el destete humano.
Este rango es tan amplio porque hay varios índices que se pueden tener
en cuenta para calcular la edad del destete, si nos fijamos en las
lactancias de otras especies de mamíferos.
Comenta Kathy Dettwyler que la mayoría de los primates destetan a sus
hijos cuando empiezan el proceso de dentición definitiva y les salen los
primeros premolares permanentes. En el caso de la especie humana, los
molares permanentes salen en torno a los 5 años y medio y los 6 y medio.
Sin embargo, la gestación de nueve meses (que es la humana) predice
una lactancia de cuatro años y medio de duración y por otra parte, la
madurez reproductiva entre los 12 y los 20 años, predice una lactancia de
entre 3 y 6 años de duración.
En cualquier caso, hagamos lo que hagamos, nuestros hijos se destetarán
algún día.
Comenta el pediatra Carlos González, en su libro “Un regalo para toda la
vida” que aunque una madre le dijese que quería ganar el Premio
Guiness e intentara dar el pecho durante quince años, no lo conseguiría
porque su hijo se destetaría mucho antes.
No es posible “obligar” a un niño a tomar el pecho por lo que por mucho
que una madre no quiera destetar a su hijo, cuando éste decide dejar el
pecho, poco hay que hacer al respecto (excepto respetar la decisión).
Algunas madres sufren una tristeza profunda tras el destete y sobretodo
tras el destete natural. Sienten que sus hijos han crecido demasiado
deprisa o piensan que es una pena que ya no sigan beneficiándose de la
protección inmunológica que da la leche materna, pero como he
comentado, cuando un niño quiere dejar el pecho, la madre poco puede
hacer para que no lo deje.
En realidad el destete natural es el ideal para el niño y para la madre (si
así lo desea) porque:
· la necesidad de succión del niño va disminuyendo poco a poco
por lo que cada vez tomará menos pecho hasta que termine
dejándolo.
· la producción de leche de la madre irá disminuyendo
paulatinamente conforme el niño mame menos (evitando mastitis
y otros problemas).
· es la forma más respetuosa con las necesidades del niño porque
es la que dicta la propia naturaleza.
· no es necesaria la utilización de chupetes para calmar la
necesidad de succión del bebé.
· el nivel hormonal que se reajusta al dejar el pecho, se hace tan
gradualmente que la madre casi ni lo nota.
· la tristeza de la madre que se produce como consecuencia del
reajuste del nivel hormonal y por la aceptación de que el niño se
hace mayor, es también menor y más llevadera (aunque la
tristeza por ver que el bebé ha crecido puede ser más complicada
de gestionar)